No es que haya decidido tirarme el piso para rodar sobre mis espaldas, y no es que haya estado en medio de una trifulca, fue una revolcada que me dio mi dulce angelito canino Coffee cuando lo saqué a pasear el domingo pasado, digno de escena de una comedia, bonito espectáculo di en la calle cuando el can se alteró porque un perro que estaba en la cochera comenzó a ladrar.
Así me veía yo y por poco me estampo contra un árbol, y por mas que quise evitarlo termine saludando al piso, por suerte pude reaccionar rápido y me levanté tan rápido como pude para controlar al can, pero en 2 ocasiones fui a dar al suelo y la verdad temí no poder controlarlo, afortunadamente todo pasó cerca de mi casa y pude regresar de inmediato, y después de que regresé con una rodilla raspada y el pantalón roto, esta fue la cara que él puso cuando mi esposo lo regaño.
Me alteré un tanto con lo que pasó, pero la verdad es que muchos perros se jalan durante el paseo, lo malo es que él está demasiado fuerte pues pesa los no despreciables 45 kilos y me sobrepasó en fuerza, de hoy en delante saldremos mi esposo y yo a pasearlo, no vaya a ser que me de otra revolcada, que por cierto aun me duele mi raspón y mis moretones :S
PD: Discúlpenme, voy lenta con la visita a los blogs, aun no combato al enemigo chupa energías y he andado algo desinflada de ánimos
Saluditos